El banco central de Turquía baja los tipos de interés un punto, hasta el 14%
El Banco Central de Turquía volvió a bajar el jueves los tipos de interés en un punto porcentual, hasta el 14 %, hundiendo la lira turca a un nuevo mínimo histórico y aumentando el temor a que la defensa de una política de dinero barato por parte del presidente, Recep Tayyip Erdogan, empeore la inflación.
Con el recorte de cien puntos básicos, hasta el 14%, la autoridad monetaria decide la cuarta bajada consecutiva desde septiembre, cuando los tipos se encontraban en el 19%.
En los primeros minutos tras anunciarse la decisión, la lira turca se desplomó un 2,5 %, para luego iniciar un fuerte movimiento volátil, con valores de 15,5 liras por dólar y 17,5 por euro, una pérdida de más del 4% respecto al cierre de ayer.
La acción de BBVA, que tiene una importante exposición a Turquía por su presencia en el capital de la entidad Garanti, sobre la que en noviembre lanzó una OPA sobre el 50,15%, de momento no reacciona a la noticia y sube un 2%, en la línea de los avances que venía registrando antes del anuncio de la decisión de tipos.
El banco central del país ha estado sometido a mucha presión de Erdogan para relajar la política monetaria a pesar de que la inflación ya se encuentra en el 21,3% interanual, mientras que la oposición y algunos economistas consideran que esa cifra ni siquiera refleja ya la realidad.
La bajada de los tipos es, según la mayoría de analistas, el factor tras la fuerte depreciación de la lira, que ha perdido un 30% de su valor en las últimas cuatro semanas, y un 45% desde inicios del año.
Según la mayoría de los economistas, la combinación de unas tasas más bajas y una moneda débil tiende a agravar la inflación porque aumenta el precio de los bienes importados, creando una espiral inflacionista.
Sin embargo, Erdogan defiende que el recorte de los tipos de interés beneficia la producción, la exportación y el crédito.
Los analistas creen que sería necesaria una subida drástica de los tipos para poner fin a la dinámica inflacionista y la pérdida de valor de la divisa.
De hecho, en otoño de 2018 la subida de los intereses hasta el 24% estabilizó la lira alrededor de las 6 unidades por euro durante casi dos años.
Pero desde entonces, Erdogan ha decretado tres veces un cambio del gobernador del banco central, supuestamente por oponerse a sus directrices de bajar los intereses.
En su comunicado del jueves, la institución culpó de la elevada inflación a «los tipos de cambio y factores de la oferta, como la subida de los precios mundiales de comida y bienes agrícolas», relacionando la dinámica inflacionista internacional con la recuperación de la demanda tras la pandemia de la Covid-19.
La nueva bajada de los tipos «agota el uso del margen limitado implícito en los efectos transitorios de factores de la oferta», señala el comunicado, sugiriendo que no habrá más reducciones en los próximos meses.
La relajación de la política monetaria de Turquía deja al país como un caso atípico en un momento en que muchos otras naciones emergentes están subiendo los tipos de interés.
Además, la Reserva Federal de Estados Unidos, el banco central más influyente del mundo, también está reduciendo sus medidas de estímulo, algo que ha puesto a los mercados emergentes bajo más presión para aumentar las tasas de interés con el fin de atraer inversiones.